Leemos en la prensa que el jugador del Murcia Pablo García, cedido por el Madriz a este equipo, no podrá jugar contra el equipo capitalino a no ser que se pague la módica cantidad de 600.000 euros. Lo hacen con todos los jugadores a los que ceden, una muestra más del señorío del equipo del Imperio, que ni come ni deja comer. Qué pasa? Que tienen miedo a que haga el partido de su vida como les pasó en su día con Morientes? Es uno de los riesgos que hay que asumir cuando se cede a un jugador a otro equipo. Lo que decimos, es una muestra más de la deportividad de la que vienen presumiendo a lo largo de su historia. En el campo, por desgracia, van ganando pero en los despachos aquello es Can Pitxa. Tenemos que enterarnos a ver cuando coge un avión Ramón Calderón porque en cada uno que pilla hay cachondeo y del bueno. Recordad que en EEUU lo confundieron con un terrorista en el aeropuerto, y luego está la odisea del otro día con Porrendi. Por no hablar de las broncas entre M.A. Portugal y El Gominas, o la bulla del Gominas con un representante en el palco del Sánchez Pizjuán. También hablan mucho de las juergas de Ronaldinho pero él no ha salido en TV sacando la colita en plena calle y echando una meada como para regar el Retiro. Las juergas de Ronnie son como las que nos metemos todos, lo único que él tiene más pasta. Y qué decir de Drenthe? Según cuenta la prensa se pega unos homenajes de la ostia, bueno ya se la pegó contra un coche de policía después de una juerga. Claro, vería las luces y se pensaría que era un after. En fin, que si ese es el señorío español, yo esta noche me meteré un homenaje de 3 pares de cojones y a ver quién me dice algo.
La violencia psicológica también es violencia de género.
A nuestros enemigos, que nos dan fuerzas para seguir adelante.
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